Todas las instalaciones de piscina requieren un mantenimiento y unos cuidados que, aunque necesarios, pueden resultar más o menos cómodos en función de las soluciones que puedan proponérsele al cliente.
Hoy por hoy, la domótica es un sector que ofrece multitud de opciones, no sólo para que las tareas de mantenimiento resulten menos tediosas, sino para, además, optimizar los recursos de los que se dispone, ahorrar agua y energía y mejorar la seguridad de la instalación.
Así, por ejemplo, la limpieza de la piscina puede resultar, no sólo más sencilla, sino también más económica y ecológica gracias a los controles automatizados y la precisión que proporcionan a la hora de conocer el estado exacto del agua en cualquier momento.
Este hecho favorece, por ejemplo, que se limite al máximo el uso deproductos químicos de desinfección –permitiendo un ahorro en los mismos y, además, evitando que con su exceso se puedan provocar molestias en los ojos o la piel de las personas más sensibles-.
Igualmente, existen sistemas domóticos que permiten controlar la filtración –para que sea continua o se detenga completamente-. Se trata de una función especialmente práctica cuando las piscinas se ubican en lugares especialmente fríos ya que, por ejemplo, si el agua alcanza una temperatura por debajo de los 5 grados centígrados, pone en marcha un sistema anticongelante de forma automática.
Igualmente, se puede minimizar su uso durante la temporada baja programando el sistema para que sólo funcione durante dos horas al día.
Por otra parte, la climatización y el sistema de iluminación de la instalación de la piscina también pueden controlarse de forma automática, lo que permite, por una parte, que el agua esté siempre a la temperatura adecuada según la época del año y, por otra, la optimización de las luces en función del uso que se les dé. Estas comodidades benefician el disfrute de la piscina en todo momento sin desperdiciar recursos económicos ni energía.
Además, los diferentes desarrollos del sector de la domótica han hecho que sea posible llegar a controlar todos estos dispositivos a través de un ordenador portátil, una tableta o un teléfono móvil de última generación. Un hecho que también facilita que pueda tenerse la instalación de la piscina siempre a punto y economizando al máximo los recursos aun cuando no se esté en casa.